General Don and the Earl of Chatham - Francisco Francia, Fondo and Gabriel Císcar
Francisco María Montero was born in Jimena in 1818. He studied law and practiced in San Roque where he spent most of his life. A man of many talents he was a justice of the peace and a deputado in the Spanish Cortes and was renowned for his charity and his efforts to help the poorer people of the area.
Francisco María Montero ( Family photograph - with thanks to his great, great granddaughter, María del Carmen Montero Chacón )
He also seems to have been a serious amateur journalist and was an assiduous contributor to the Gibraltar Guardian - which despite its name was published in both English and Spanish. In it he published a long poem, A Las Ruinas de Carteya of which local Gibraltar historian Tito Benady once wrote - su inspiración poética no igualo su capacidad de historiador y sus cualidades humanas. Here are the first four lines;
En la ensenada del hercúleo Estrecho
Donde el Altivo Calpe se levanta
El manso Guadarranque avergonzado
Sumerge allí en el mar su claro pecho . . .
More pertinently Montero was also the author of Historia de Gibraltar y de su Campo which was published in 1860, the profits of which he characteristically donated to the orphans and widows of the area.
Painting that was presumably used for the front cover of the
English edition of the Historia de Gibraltar translated by the author's son, V.P. Montero.
( 1925 - Mariano Bertuchi - with thanks to his great, great granddaughter María del Carmen Montero Chacón and to Juan Antonio García Rojas )
The main historical chapters were probably taken from the historians Alonso Hernández del Portillo (see LINK) and Ignacio López de Ayala ( see LINK ) with a little help from John Drinkwater Bethune (see LINK) for the section on the Great Siege. The book also suggests much firsthand knowledge of contemporary everyday life on the Rock and its hinterland, of which his long description on the Jews of Gibraltar is worthy of note as it is - although critical at times - relatively free of anti-Semitic bias.
Map of Gibraltar probably taken from Ignacio López de Ayala
The Great Siege - The Sortie and the Floating Bateries - En noviembre se construyó una importante obra avanzada en la paralela con dirección a poniente, que puso en mucho cuidado y ansiedad a la guarnición. Entonces creyó el general Eliott que era ocasión conveniente y oportuna de hacer una salida para destruir estas obras, que tanto daño debían causar á la plaza.
Dispúsola con gran sigilo y en la noche del 26 de noviembre 1781 salieron de ella unos dos mil hombres al mando del brigadier Ross . . . La columna de Hugo dando un rodeo por el extremo de la paralela ataco vigorosamente á la batería de morteros de San Carlos y logró incendiarla; las otras dos columnas embistieron también á las otras baterías y desmontaron algunas piezas y destrozaron municiones y pertrechos. Pero reforzadas las guardias rechazaron con coraje y bravura á los enemigos, obligándolos á volver á la plaza con alguna pérdida. ( see LINK )
No es posible dejar sin contestación el cargo que un historiador del sitio hace á nuestro ejército. Dice que mientras se ocupaba el brigadier Curtís en su obra de salvación, las baterías de tierra apretaban el fuego contra la plaza causándoles muchos destrozos. Esto que huele á traición no cuadra al carácter de la Nación española.
Cierto es que el fuego siguió; pero los de tierra ignoraban lo que pasaba en el centro de la bahía y pruébalo que al saberlo cesó aquel del todo. No fue pues, efecto este proceder de falta de generosidad, sino de ignorancia, que la confusión de aquellos terribles momentos disculpaba.
Roger Curtis helping the enemy during the floating batteries fiasco ( Unknown )
Campo de Gibraltar - Tanto Algeciras como Los Barrios estaban sujetas á la jurisdicción de San Roque, asiento del Ayuntamiento de la antigua ciudad; y todas tres poblaciones representaban al perdido Gibraltar, llamándolas el Rey en sus despachos: "Mi ciudad de Gibraltar residente en su campo" . Pero San Roque era la cabeza de este cuerpo y en ella residían las autoridades civiles y militares del campo.
Map of the Campo area of Gibraltar ( 1860 - From the book )
Free Port and Smuggling - (See LINK) Apenas conquistado Gibraltar por los ingleses fue declarado puerto franco, y desde entonces se introdujeron por este punto en España los productos de su industria, con tanta mayor ventaja para ellos, cuanto más atrasada estaba la nuestra. Lo peor era que no dándoles nuestros funestos aranceles lícita entrada, el fraude les abría camino con el estímulo de la ganancia.
Prosperity and the Peninsular War - (see LINK) Aliados nuestros desde 1805 y destruido el valladar de la Línea, fué mas frecuente el roce con la plaza, y tanto por tierra como por mar el comercio ilícito con España se aumentó de un modo extraordinario.
Esto por una parte; y por otra, la exclusión de las mercancías inglesas de los puertos del continente, resultado del sistema de Napoleón, dio tal vida y empuje al comercio de Gibraltar, que nunca había alcanzado mayor engrandecimiento.
Yellow Fever - (See LINK) Gozando de su prosperidad estaba, cuando de nuevo (1813) apareció la fiebre amarilla con nuevos horrores, y por tres meses estuvo cerrada la comunicación con España. Reprodujese el año siguiente; pero duró poco, y desaparecida volvieron á tomar los negocios su curso ordinario.
General Don - (See LINK) Era gobernador propietario el Duque de Kent, (see LINK) príncipe real, quien había estado algunos meses en ella (1802), y después de varios tenientes vino como tal el general Sir George Don, á quien Gibraltar debió gran, des adelantos en administración y en establecimientos públicos.
Inteligente y activo atendió con igual esmero á los negocios civiles como á los militares, sin descuidar nada de cuanto podía contribuir al bienestar de los habitantes. Grata es su memoria también á los pueblos del Campo, especialmente á San Roque, en donde pasaba la mayor parte del año.
General George Don
Aficionado a los españoles vivía con gusto entre ellos, é ¡base por los campos y cortijos derramando beneficios. Muerto el Duque de Kent fue nombrado Gobernador (1821) Lord Chatham, (see LINK) hermano del célebre ministro Pitt, y con su venida cesó en el mando el general Don, el cual se quedó aquí, pasando la mayor parte del tiempo en San Roque, segun su costumbre.
Vivía en la casa hoy perteneciente a nuestro buen amigo Don Francisco Francia, Vice-cónsul ingles en San Roque, tan aficionado a la horticultura, como socorrer con mano prodiga todo género de infortunios y necesidades.
Earl of Chatham
Review of House Ownership - El nuevo Gobernador continuó el mismo acertado sistema de gobierno de su antecesor, y promovió cuantas mejoras eran conducentes al interés de la ciudad. En su tiempo (1817) se nombró una comisión para el arreglo de los títulos dé las propiedades urbanas, asunto muy embrollado y defectuoso. Revisadas por la junta las titulaciones, se asentaron estas en bases sólidas, y desaparecieron las cortapisas que pesaban sobre los propietarios católicos y judíos. . . .
Return of General Don - Mucho tacto y prudencia habían menester los gobernadores de Gibraltar para que el asilo concedido á los emigrados no fuese interpretado por el Gobierno español como un acto de hostilidad; y este escollo supo evitarlo con sagaz tino el general Don, vuelto al mando de la plaza, después de la salida (1825) de Lord Chatham . .
Gabriel de Císcar - De aquí las persecuciones y destierros de muchos dignos españoles; y de estos, los que vinieron á Gibraltar encontraron allí benévola acogida por parte de las autoridades. Viéronse empleados en enseñar idiomas y en oficios mecánicos para ganar el sustento á altos funcionarios de valer y ciencia. Entre todos merece especial mención el sabio y probo ex-regente Don Gabriel de Císcar que murió en ella, y á quien pasaba una módica pensión su amigo Lord Wellington.
Gabriel Císcar was born in 1760 in Oliva in the province of Valencia. A man of many talents he was known as a mathematician, a scientist and a cartographer. He is best known, however, for his book - Poema Físico-Astronómico and for having been chosen in 1798 by Charles IV of Spain as president of his country's commission to the Paris conference that would define the meter and determine the metric decimal system.
During the Peninsular War he was member of the 'Junta Central'. After the defeat of the French and the return to power of Fernando VII, Císcar was imprisoned. He was soon back in business but complex political changes forced him to find refuge in Gibraltar where he remained for the rest of his life. The Duke of Wellington, a great friend and admirer, supported him with a pension of 12 000 shillings.
The Moroccan Consul - Hay en Gibraltar cónsules de casi todas las naciones de Europa, y aun el Emperador de Marruecos tiene un agente consular, cuyo cargo desempeña hoy un negro africano llamado Fondo, vendedor de baratijas morunas, el cual ha sido convertido con motivo de la guerra de España con África en un hábil diplomático por la fecunda inventiva de nuestros periodistas.
The Town and People of Gibraltar - Es singularísimo y extraño el aspecto que ofrece la ciudad. Lo primero que da en rostro cuando se entra en ella es la falta de balcones en las fachadas de las casas, y que no suple por cierto sus hileras de ventanas sin antepecho, ni adorno alguno y cuya monótona uniformidad unida al color obscuro de la mayor parte de los edificios los hace sombríos y tristes . . .
. . . Es extraordinaria la agitación y movimiento que en ella se nota, especialmente en la calla Real, centro de la vida mercantil de la plaza, . . . y por donde todos entran y salen; así que hay siempre tal bullicio y animación en ella, que el viajero presume al verla por primera vez que pertenece á una ciudad populosa.
Ayuda á esta creencia la variedad de trajes de los transeúntes; vénse allí moros con blancos turbantes y pintados jaiques, judíos berberiscos con su vestimenta no menos rara y extraña, griegos con sus encamados gorros, trajineros andaluces con botines y sombreros de alas retorcidas, todos mezclados y confundidos con los militares ingleses de chaqueta encamada, y alguna vez con los airosísimos y pintorescos escoceses; mujeres de todas clases, ya españolas con la elegante mantilla, ya inglesas con su perpetuo sombrero, y por último las africanas judías de pintados ojos.
'Pintorescos escoceses' ( 1847 - Jose Maria Escacena y Daza )
Al ver esto créese uno transportado á un baile de máscaras, si no desvaneciese esta ilusión el ruido estrepitoso de los carros, que la surcan en todas direcciones, y los gritos agudos y disonantes de los carreteros. Agréguese la variedad de idiomas que allí se oyen, y podrá formarse idea del espectáculo que esta calle ofrece.
Pero la escena varía al sonar el cañón de la tarde: el movimiento cesa: la gente de las cercanías se sale de la plaza: los marineros se retiran á bus buques; los carros desaparecen; las tiendas se cierran: las calles quedan con poca gente, y se ven completamente desiertas á las once de la noche, sin que se oiga otro ruido que el 'All's Well' de los centinelas, que corre todo el recinto. . . .
Los enormes gastos que cuesta a Inglaterra el sostenimiento de la colonia t n él situada no están compensados, ni por las ventajas que el movimiento mercantil de ella proporciona á la Metrópoli, ni tampoco porque su puerto ofrezca un provisto arsenal para sus escuadras.
Pero en cambio es una soberbia fortaleza que, enlazada con la de Malta y las islas del archipiélago griego, forma el primer anillo de la férrea cadena con que los ingleses abarcan el Mediterráneo, campo en donde al parecer van á decidirse los destinos de las grandes potencias del mundo.
Allí está la Italia en un hervidero continuo, preñada de peligros; allí el vetusto y semigriego imperio turco próximo á desmoronarse, y cuya completa disolución ha retardado hasta ahora el recíproco temor de las naciones, que se disputan su herencia.
Por otra parte, esta línea de fortalezas asegura á los ingleses la ruta de la India por Egipto y Suez, tan necesaria siempre, y más ahora que se remueve y tasca el freno de los dominadores aquel dilatado Imperio. Por uno y otro motivo es, pues, la posesión de Gibraltar de gran precio para Inglaterra, y de poca monta los gastos que le ocasiona, comparados con la protección que por ella alcanzan sus grandes intereses políticos. Así la defenderá con todo su poder y la retendrá hasta que suene la hora de la decadencia, que Dios tiene señalada en la tierra, tanto á los individuos como á los pueblos.
The English - En Gibraltar son tan diversas las costumbres como las religiones y los países de donde proceden sus habitantes. Hablemos primeramente de los dueños. El carácter de estos es poco conocido en España, y por lo tanto poco apreciado: véseles al través de su política; y además la frialdad de sus maneras y su poco expansivo trato se avienen mal con la cordial franqueza y vivacidad de los hijos del mediodía.
Esto lo da el clima y no tiene remedio; pero á vez los ingleses poseen cualidades tan solidas, que conocidos no es posible dejar de apreciarlos. Son amigos verdaderos y leales, benéficos sin ostentación y sinceramente bondadosos. . .
La parte inglesa de la población de Gibraltar se compone de la guarnición, empleados y algunos comerciantes. Los oficiales emplean el tiempo libre de servicio en cazar zorras en los alrededores de la Almoraima para cuyo ejercicio visten la casaca encarnada y también en otros géneros de cacerías. (See LINK )
The Calpe Hunt - 'cazar zorras en los alrededores de la Almoraima' ( George Cole )
Tienen además un casino en el mismo edificio de la Biblioteca Militar (see LINK) con villar y juego de pelota. Comen juntos en sus respectivos pabellones: su mesa es esplendida y con lujoso servicio propio de los regimientos y suelen convidar á sus amigos.
Como invierten mucho tiempo en las comidas y en sus deberes y ejercicios, les queda poco para la sociedad á la que por otra parte no son tan aficionados como los de otros países. Así, excepto algún que otro té en casas particulares, y los bailes periódicos del Gobernador, no hay tertulia constante entre ellos, y tal como solemos ver en Francia y España. Este mismo vacio se deja sentir también en las demás clases de la población, que carece del trato frecuente que se llama sociedad en otras partes.
Todos los habitantes de Gibraltar á cualquiera nación que pertenezcan ó de donde procedan, si bien conservan algunas de sus costumbres nacionales, están barnizados con un tinte inglés, que forma una mistura indescifrable. Los españoles, los genoveses y otros mandan sus hijos á educar á Inglaterra, y vuelven estos de allí tan inglesados, que á veces cuesta trabajo descubrirles la hilaza.
It is doubtful whether any but the very richest local residents sent their children to England - it was still rare in the mid twentieth century for middle class families to do so. The lack of social contact between the different classes is a constant theme but was probably little different to that in other British colonial outposts.
The Jews - Pasemos á los judíos. Desde que la plaza fue conquistada por los ingleses fueron aquellos admitidos en la misma, en contravención á lo pactado en Utrecht. ( see LINK ) Vinieron de Berbería y de otras países de África, y son casi todos descendientes de los judíos españoles, que se refugiaron allí cuando fueron expulsados de la Península. Por eso, acostumbran usar palabras y locuciones de castellano anticuado, que indudablemente han aprendido de sus abuelos.
Aunque el pueblo hebreo sea el mismo en todas partes nótase sin embargo no pequeña diferencia entra los judíos europeos y africanos, tanto en el traje como en las costumbres. Son estos últimos mas supersticiosos que los primeros, y también más tímidos como que viven bajo el duro yugo de los moros, quienes los sujetan a humillante vejaciones ( see LINK ) Los de Gibraltar, si bien han adoptado en su mayor número el traje europeo, conservan no obstante vestigios claros de su procedencia, y son tan minuciosos en sus prácticas religiosas y tan llenos de preocupaciones como sus hermano de África.
El vestido de estos últimos participa de la moda oriental, principalmente en las mujeres que usan de una mantilla blanca de seda a semejanza de las mantillas de felpa de nuestras españolas, muy ceñida por la frente y que les da el aspecto de monjas, colgándoles además una larga faja con franjas de oro por la espalda. Esto por la calle: en la casa seles ve el justillo abierta y adornado de pecheras rizadas, que llevan debajo del manto y que en las ricas está cubierto de bordados de oro.
Las casadas se cubren la cabeza con una especie de gorra formada con cordones de seda y una cinta ó galos con punta que sale á la frente: las solteras llevan su pelo al natural, y suelen adornarlos con perlas y piedras preciosas.
Jewish lady from Gibraltar ( 1830s - John Frederick Lewis ) (See LINK)
Todas suelen gastar babuchas morunas, muchas sin medias; así como los hombres, quienes usan una especie de balandranes llamados chirivias, sotana con botones que ciñen á la cintura con faja moruna, gorro negro en la cabeza y calzones anchos de tela blanca. Los Rabbís y los Sabios gastan capuchas moradas á manare de frailes.
Ocúpanse los judíos de Gibraltar en el comercio y los de la clase pobre en vez de dedicarse a las artes mecánicas andan por calles y plazas vendiendo dulces y baratijas. Un autor del siglo pasado hablando de ellos decía: "Los judíos son por la mayor parte tenderos corredores, tan puntuales allí como en todas partes á enganar y prestarse á las logrerías mas enormes."
Nosotros conviniendo en que este es el carácter distintivo del pueblo errante, podríamos citar á varios de sus individuos, que han gozado en la ciudad de gran concepto de honradez, y ejercido un protectorado benéfico entre sus correligionarios. Viven muy unidos y se socorren mutuamente arreglando sus diferencias por medio de sus Rabís ó Prohombres de su pueblo, por lo que rara vez acuden á los tribunales de la Nación de que son súbditos.
Observadores escrupulosos de sus prácticas farisaicas se enjuagan con agua la boca antes de orar, y no tienen reparo con esta misma boca engañar después al prójimo. Sus mujeres son notables; muchas por su belleza, y todas por su dulzura y bondad.
Gastan con esplendidez cuanto tienen en sus fiestas religiosas ó pascuas de las que hay tres principales: la de Pesa ó de tortas así llamada porque amasan en ellas tortas sin levadura, ó ázimos; y viene á caer por abril en la época de la nuestra de Resurrección. Dura tres días, y en ella es donde más especialmente esperan al Mesías nacido de una de las doncellas, las cuales se atavian lujosamente en expectación del misterio.
La de Luknot ó pascua de las cabanas, que es en el mes de octubre y dura ocho días. Se conmemora en ella la peregrinación en el Desierto y salida de Egipto; y se llama de cabañas porque el tiempo que dura lo pasan en unas cabañas ó merenderos, que construyen con celosías en las azoteas y los patios de las casas cubiertos, de lienzo y cañas verdes. Allí rezan y comen; pero duermen en las habitaciones. Es rara la vista que ofrecen estos cenadores rústicos en las azoteas.
La de Sabauth que se celebra en el mes de junio y dura tres días en los que se exponen al publico las tablas de la Ley. También tienen el kipur ó jubileo, en cuya época se reconcilian unos con otros. Además hay otras fiestas, que los Sabios celebran, en las que dan la bendición al pueblo con una oración muy expresiva.
Guardan con tal rigor el sábado, que por no hacer nada, hasta la comida la preparan el viernes: asisten esta día á la Sinagoga y allí cantan la salmodia hebraica a grito pelado sin ningún instrumento músico, con el sombrero ó gorro puesto en la cabeza, sentados en los bancos y llevando el compás del monótono con todo su cuerpo.
Los Rabís y los Sabios son los sacerdotes y en ellos está depositada toda la liturgia: estos últimos, á pesar de su nombre, por lo regular no saben nada y es un oficio como otro cualquiera: los primeros pasan la mitad de su tiempo en degollar animales que desechan, si al examinar su interior descubren la más pequeña mancha, lo que al cabo viene á ser una medida higiénica muy útil, pues no hay carne más saludable que la que ellos comen. El Rabí cobra sus derechos por cada degollación.
Son notables todas sus ceremonias; pero la más digna de mención es la del casamiento del que daremos una idea. Después de muchos pasos preliminares entre la familias de los contrayentes, se celebra la ceremonia casa de la desposada. En la sala principal, adornada profusamente y llena de luces, se levanta un estrado con una especie de dosel en donde se coloca la novia vestida de blanco y cubierto el rostro con velo, y junto á ella la madre y madrinas.
Allí permanece inmóvil, sin mover los brazos, sin levantar la vista y como si fuese una estatua. Después de algún tiempo de exposición se presenta el novio acompañado del padre de la desposada, con el Doctor de la ley y demás convidados y empieza la ceremonia que es una mezcla de ritos antiguos y modernos.
El novio ofrece el anillo nupcial a la novia, y las madrinas se lo colocan en el dedo; y después el Doctor de la Ley bien sea un Rabí ó un Sabio presenta á los contrayentes una copa llena de vino, de la que beben ambos, y devuelta á manos del padre de la novia derrama este el vino restante por tierra y hace pedazos la copa, para dar á entender que nadie puede disfrutar en lo sucesivo de la ternura de los dos esposos.
Acto continuo el Rabí les lee los deberes mutuos á que se obligan los contrayentes, recordándoles el castigo severo de los adúlteros según la Ley de Moisés. Después todos los presentes á una voz con el Rabí cantan con grande algazara varios salmos y oraciones, con lo que se da remate á la ceremonia. Después de ella la desposada sigue sentada en su tálamo en la misma inmovilidad que antes, de tal manera, que las madrinas le llevan á la boca los dulces y refrescos que se sirven á los concurrentes.
Estos se presentan vestidos con gran lujo y reina en estas funciones tanta abundancia y esplendidez, que traen á la memoria los tiempos bíblicos. Los cristianos, que por curiosidad asisten á ellas, son obsequiados y agasajados de una manera patriarcal, y los otros convidados del mismo pueblo permanecen ocho días en una perpetua fiesta. No es posible distinguir en estos actos la verdadera condición de los contrayentes, pues los más ricos suministran á los otros sus mejores muebles para estas ocasiones.
No concluiremos con los judíos sin referir una de sus mas supersticiosas prácticas. Se llama vulgarmente el salto, y consiste en derribar de la cama al moribundo cuando está próximo á espirar. Creen que el ángel malo no lo encontrará en aquel sitio cuando venga á buscarlo, y lo varían de lugar para darle este chasco. La existencia de tan estúpida é inhumana costumbre nos ha sido confirmada por personas dignas de fe, entre las cuales hay alguna que ha visto á una joven expirante decir con acento angustioso á su madre, 'Mama, por tu vida no me tumbes.'
Conclusion . . Por doloroso que sea escribirlo á un español amante de su patria, debemos decirlo en voz alta, porque así lo exige la conciencia para disipar funestas ilusiones 'que Gibraltar será de los ingleses mientras Inglaterra sea la primera potencia marítima del mundo.'
As a gentile I find it hard to tell whether his descriptions are peculiar to Gibraltar or whether they would hold good elsewhere. There is no doubt that he was fascinated by Jewish customs and pleasant to note that he refuses to make more of their presence in Gibraltar, en contravención á lo pactado en Utrecht. It is the most complete description of Jewish mores on the Rock by any 18th or 19th century commentator. Less understandable is his relative lack of interest in the rest of the non-British population most of which were of Spanish and Genoese descent.
He was correct in highlighting the importance of Malta to the British although wrong in predicting that the Mediterranean would be the main battleground of the Great Powers - he never mentions the United States. His pragmatic conclusion as to the final destination of Gibraltar may sound simplistic to modern ears but was admirable in his day.
He was correct in highlighting the importance of Malta to the British although wrong in predicting that the Mediterranean would be the main battleground of the Great Powers - he never mentions the United States. His pragmatic conclusion as to the final destination of Gibraltar may sound simplistic to modern ears but was admirable in his day.