The People of Gibraltar

 2020 - Once upon a time in Islamic Gibraltar

Juan de Mariana (1600)
Spanish Jesuit Priest and historian, Juan de Mariana’s (1536 – 1624) Historia General was published in Toledo in 1601 and was much read during the following two centuries. Although the 17th century Gibraltarian historian Alonso Hernández del Portillo never mentions it in his Historia de Gibraltar, it may very well have been one of the books in his library.

The following quotes are taken from Mariana’s Historia General:

Julian meet Musa
El conde don Julián luego que alcanzó licencia del rey para pasar a África, de camino se vio con las cabezas de la conjuración para más prendallos, hablóles conforme al apetito de cada cual: prometía a unas riquezas, a otros gobiernos, con todos blasonaba de sus fuerzas, y encarecía la falta que dellas el rey tenía. 

No lejos de la villa de Consuegra está el monte llamado Calderino, y porque este nombre en arábigo quiere decir monte de traición, los que aquella comarca se persuaden, como cosa recibida de sus antepasados, que en aquel monte se juntaron el conde y los demás para acordar, como acordaron, de llamar los moros a España. 

Notes: Mariana makes no mention of the reason why Julian decided to persuade the Muslims to invade invariably given by many other sources as the main one – that his Visigothic King Rodrigo had raped his daughter Florinda.

Llegado en África, lo primero que hizo fue irse a ver con Muza (Musa Ibn Nusayr): declaróle el estado en que las cosas de España se hallaban: quejose de los agravios que el rey tenía hechos sin causas así con él como a los hijos del rey Witiza, que demás de despojarlos de la herencia de su padre, los forzaba a andar desterrados, pobres y miserables, y sin refugio alguno; dado que no los faltaban las aficiones de muchos, que llegada a la ocasión se declararían. 

Que, en buena sazón para acometer a España, y por este camino apoderarse de toda la Europa en que hasta entonces no habían podido entrar; sólo era necesario usar de presteza para que los contrarios no tuviesen tiempo de aprestarse. Encarecíale la facilidad de la empresa, a que se ofrecía salir él mismo con pequeña ayuda que de África le diesen, confiado en sus aliados. 

Que por tener en su poder (de la una y de la otra parte del estrecho) las entradas de África y de España, no dudaría de quitar la corona a su contrario. No le parecía al bárbaro (Musa)  mala ocasión esta; solo dudaba de la lealtad del conde si por ser cristiano guardaría lo que pusiese. Parecióle comunicar el negocio con miramamolín (Walid I). 

A mini-raid decided upon led by an unknown commander
Salió acordado que con poca gente se hiciese primero prueba de las fuerzas de España, y si las obras del conde era conforme a sus palabras. Era Muza hombre recatado: hallábase ocupado en el gobierno de África, empeñado en muchos y graves negocios. Envió al principio solo ciento de a caballo y cuatrocientos de a pie repartidos en cuatro naves. Estos acometieron las islas y marismas cercanas al estrecho. 

A second raid is led by Tarif ibn Malik Abu Zar
Sucedieron las cosas a su propósito, que muchos españoles se les pasaron. Con esto de nuevo envió doce mil soldados, y por su capitán Tarif por sobrenombre Abenzarca, (Tarif) persona de gran cuenta, dado que le faltaba un ojo. Para que fuese el negocio más secreto, y no se entendiese donde se encaminaban estas ramas, no se apercibió armada el mar, sino pasaron en naves de mercaderes. 

Notes: A more modern interpretation has Tarif ibn Malik Abu Zar – or Tarif - in charge of the original mini-raid “las islas y marismas” being perhaps a reference to Tarifa and surrounding area. The second major invasion with the supposed landing on the Rock of Gibraltar, is usually attributed to Tariq ibn Ziyad – or Tariq who is described elsewhere as having a squint rather than missing an eye.

Tarif lands in Gibraltar
Surgieron cerca de España y lo primero se apoderaron del monte Calpe y de la ciudad de Heraclea que en él estaba, y en lo de adelante se llamó Gibraltar, de Gebal que en arábigo quiere decir monte, y de Tarif el general; de cuyo nombre también, como muchos piensan, otra ciudad allí cerca llamada antiguamente Tartesso tomó nombre de Tarifa. 

Notes: According to the 17th century Gibraltarian historian Alonso Hernández del Portillo:

. . . le llaman los árabes Gebeltor. . . este monte y ciudad no han perdido su antiguo nombre de Calpe, Heraclea, o Heraclais acerca de los autores griegos y Latinos, ha permanecido más el nombre árabe corrompido en Gibraltar.

Gebeltor is Gibraltar. However, Portillo uses the name Gibeltarif several times elsewhere in his history.

It is also doubtful that Tarifa was ever known as "Tartesso", a semi-mythical city somewhere north of Gadir (Cadiz). Modern research has suggested that Mellaria was the Roman name for Tarifa or thereabouts. The suggestion that the Rock already possessed a town is interesting – and arguable.
Mariana continues:

Rodrigo gets to hear of the invasion
Tuvo el rey don Rodrigo aviso de lo que pasaba, de los intentos del conde, y de las fuerzas de los moros. Despachó con presteza un su primo llamado Sancho (hay quien le llama Íñigo) para que saliese al encuentro. Fue muy desgraciado este principio, y como pronóstico y mal agüero de lo de adelante. El ejército era compuesto de toda broza, y como gente allegadiza, poco ejercitada; ni tenían fuerza en los cuerpos, ni valor en sus ánimos: los escuadrones mal formados, las armas tomadas de orín, los caballos o flacos o regalados, no acostumbrados a sufrir el polvo, calor, o tempestades. 

Sancho is killed in Battle
Asentaron su real cerca de Tarifa: tuvieron encuentros y escaramuzas, en que los nuestros llevaron siempre lo peor, últimamente ordenadas la haces, se dio la batalla, que estuvo por algún espacio en pero sin declarar la victoria por ninguna de las partes pero al fin quedó por los moros el campo. Sancho, el general muerto, y con él parte del ejército, los demás se salvaron por los pies. 

Pasaron los bárbaros adelante engreídos con la victoria: talaron los campos de Andalucía y de la Lusitania; tomaron muchos pueblos por aquellas partes, en particular la ciudad de Sevilla por estar desmantelada y sin fuerzas. Sucedió esta desgracia el año 713 . . . 

Notes: “Sancho” and his confrontation with Tarif after his Gibraltar landing is hardly mentioned by other Islamic historians although Luis de Mármol y Carvajal does name him as Iñigo Sánchez in “Descripción” (1571)

Tarif and Julian return to Africa
Cosas grandes eran estas y principios de mayores males; los cuales, acabadas en breve, los caudillos Tarif y el conde don Julián dieron vuelta a África para hacer instancia, como lo hicieron, a Musa que les acudiese con nuevas gentes para llevar adelante lo comenzado . . . Era tan grande el brío que con las victorias pasadas y con estos nuevos socorros cobraron los enemigos, que se determinaron a presentar la batalla al mismo don Rodrigo, y venir con él a las manos. Él movido del peligro y daño, y encendido en deseo de tomar enmienda de lo pasado y de vengarse, apellidó todo el reino. 

Rodrigo prepares for battle
Mandó que todos los que fuesen de edad, acudiesen a las banderas. Amenazó con grandes castigos a los que contrario hiciesen. Juntóse a este llamamiento gran número de gente: los que menos cuentan, dicen fueron pasados de cien mil combatientes. Pero con la larga paz, como acontece, mostrábanse ellos alegres y bravos, blasonaban y aún renegaban; mas eran cobardes a maravilla, sin esfuerzo y aún sin fuerzas para sufrir los trabajos e incomodidades de la guerra: la mayor parte iban desarmados, con hondas solamente o bastones. 

Este fue el ejército con que el rey marchó la vuelta del Andalucía. Llegó por sus jornadas cerca de Jerez, donde el enemigo estaba alojado. Asentó sus reales y fortificólos en un llano por la parte que pasa el río Guadalete. . . 

The Battle of Guadalete
Pelearon ocho días continuos en un mismo lugar: los siete escaramuzaron, como yo entiendo, a propósito de hacer prueba cada cual de las partes de las fuerzas suyas y de los contrarios; pues al octavo día se resolvieron a dar batalla campal, y fue . . . 30 de julio de 711 . . . así lo dice don Rodrigo (Jiménez de Rada) (See my chapter on him elsewhere) . . .

Estaban los haces ordenadas en guisa de pelear. El rey desde un carro de marfil, vestido de tela de oro y recamados, conforme a la costumbre que los reyes godos tenían cuando entraban en las batallas habló a los suyos en esta manera . . . Al contrario, Tarif, resuelto asimismo a pelear; sacó sus gentes, y ordenados sus escuadrones, les hizo el siguiente razonamiento . . .  

Encendidos los soldados con las razones de sus capitanes, no esperaban otra cosa que la señal de acometer. Los godos al son de sus trompetas y cajas se adelantaron, los moros encendían la pelea: fue grande la gritería de una parte y de la otra, parecía unirse montes y valles. Primero con hondas, dardos y todo género de saetas y lanzas se comenzó la pelea, después vinieron a las espadas. 

La pelea fue muy brava, ca los unos peleaban como vencedores, y los otros por vencer. La victoria estuvo dudosa hasta gran parte del día sin declararse: solos los moros daban alguna muestra de flaqueza, y parece querían ciar y aún volver las espaldas, cuando don Oppas (¡oh increíble maldad!) disimulada hasta entonces la traición, en lo más recio de la pelea según que de secreto lo tenía concertado, con un buen golpe de los suyos se pasó a los enemigos. 

Notes: “Oppas”, Bishop of Toledo, variously described as either a son or a nephew of Witiza. 

Juntóse con don Julián que tenía consigo gran número de los godos, y de través por el costado más flaco acometió a los nuestros. Éstos atónitos con traición tan grande, y por estar cansados de pelear no pudieron sufrir aquel nuevo ímpetu, y sin dificultad fueron rotos y puestos en huida, no obstante, el rey con los más esforzados peleaba entre los primeros y acudía a todas partes, socorría a los que veía en peligro . . . 

Pero al último perdido la esperanza de vencer, y por no venir vivo en poder de los enemigos saltó del carro y subió en un caballo llamado Orella que llevaba de respeto para lo que pudiese suceder: con tanto él se salió de batalla. Los godos que todavía continuaban la pelea, quitada esta ayuda, se desanimaron, parte quedaron en el campo muerto, los demás se pusieron en huida, los reales y el bagaje en un momento fueron tomados . . . 

Rodrigo, presumably on his horse Orella (1900s - Marcelino de Unceta Rodrigo)

Verdad es que como doscientos años adelante en cierto templo de Portugal en la ciudad de Viseo se halló una piedra con un letrero en latín, que vuelto en romance dice: “Aquí reposa Rodrigo último rey de los godos.”

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